Siempre una Experiencia Distinta
Villa Pehuenia-Moquehue es un destino que te ofrece vivir sensaciones únicas en experiencias de navegación en sus lagos Aluminé y Moquehue. El sonido del agua, de la brisa, y la naturaleza protagonista del paisaje, son elementos que te acompañaran en cada paseo en los lagos.
La sensación que produce navegar a vela no es fácil describir...
En velero, la fuerza motriz, el empuje del viento que hincha las velas y, con ello, mueve el barco, potencia que se siente en el timón, un juego de fuerzas que nos hace avanzar en la dirección elegida. Navegar es calma, ayuda a colocar las sensaciones de disfrute en tus vacaciones. Un paseo en velero podría describirse como una salida íntima con amigos, en familia o en pareja.
A bordo de estas embarcaciones sentirás una sensación envolvente de libertad que cobra protagonismo durante todo el paseo. Aquí entran en juego dos actores, el capitán que se centra en hacer bien “las cosas del barco”, y vos olvidándote de toda preocupación que agobia en tierra firme. Navegar es una terapia mental que te ayuda a despejarte de cualquier problema.
Compartir con otros visitantes el descubrir de paisajes a los cuales solo se accede desde embarcaciones, descender en alguna playa de las hermosas islas de los lagos y disfrutar degustaciones de productos regionales, complementan las experiencias de navegación. A medida que se recorren los lagos, se van apreciando vistas de la cordillera de Los Andes, del majestuoso volcán Batea Mahuida y de las dos pequeñas aldeas de montaña acompañadas de charlas con los capitanes, encargados de contar los detalles de un paseo especial. Pequeñas bahías, playas de arena gris, negra o blanca y el bosque nativo en sus costas, son algunas de las postales que los navegantes se llevan en estos paseos.
Un paseo en velero por el lago Aluminé es como estar en el living de tu casa con amigos o tu familia pero en el medio del lago, es una salida íntima en grupos que salen a navegar por esta olla reluciente con un capitán.
Charlas, historias, aprendizajes, risas, silencios, suspiros así se vive en una salida en velero.
Agradecimiento en textos a José Maria Digiuni, Fernando Iparraguirre y Carlos Garcés.